Brazas encendidas
quedaron desparramadas
en un mar de preguntas
sin tiempo;
como queriendo rescatar
de la mirada
ternuras...
y, nada...
Golpeaban furiosas
las palabras espetadas
en los rostros :
quemaban como fuego,
cuestiones sin asideros...
Miradas de una eternidad
de tiempo,
queriendo hallar
puntos sutiles ,de encuentro;
pero era como pedir
uvas al olmo...no
había retorno,no
tenía sustento...
Volvían cosas del pasado
como una mascarada
oculta del carnaval...
Prisioneras del presente,
resurgían en una pregunta
inocente, sin maldad...
Campos verdes... incendiados
de odio, ardían lastimeros
ocultando velados dolores
verdes prados ,ya esos ojos
no se hallaban en paz...
Y entonces, negras sombras
se cirnieron en la otra mirada,
tan negra como el velo
negro que en el momento
le enjugaba el alma...
Y quedaron callados;
aunque en el silencio
se escondían
cortantes ,
sofocados gritos...
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