Cuesta a veces diferenciar la realidad de la ficción. Sobre
todo cuando los límites no parecen claros.
Necesitamos informarnos para determinar
el voto que tenemos que emitir en pocos días,
y que según los especialistas decidirá la suerte de
nuestro país.
Las fuentes de información están a la orden del día. .
Y, sin embargo, mucha gente opta por informarse
a través del programa de Marcelo. No voy a entrar
sobre si está bien o mal mirarlo.
Simplemente, observando y escuchando puedo decir
que la gente mira a Tinelli. Una de las frases más
pronunciadas en .despensas, bares, escuelas,
universidades
publicas y privadas es: “viste lo que pasó
en lo de Tinelli…”. Su programa es un lugar común
en los últimos 20 años de la cotidianeidad argentina
más auténtica.
Volviendo al circo que armó con estas elecciones,
y de las que él es simplemente un presentador,
aunque ni siquiera se viste como tal,
se podría decir que los personajes que
allí se muestran
gustan más que los verdaderos.
Lo que cada televidente tiene que dilucidar
es qué representa cada personaje. Las imitaciones,
que en rigor son muy buenas desde mi humilde
opinión artística, hasta los personajes verdaderos
que ya desfilaron (un ex presidente
que quiere volver a serlo)
y los que desfilarán.
La tinelización ha llegado y parece que vá a
quedarse por mucho tiempo...en fin.
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