VIEJO BARRIO ALTO ALBERDI...recuerdos de mi niñez...

 Dicen que “todo tiempo pasado fue mejor”. Refloto los 

recuerdos de mi infancia y juventud amontonados en un lugar de mi corazón y mi mente.

 Guardo todos y cada uno de esos recuerdos, a través de el

los revivo a mis seres queridos que ya no están, a los amigos que buscaron su rumbo y se perdieron en los infinitos caminos de la vida, a 

los vecinos que se mudaron...

 a los personajes que formaron parte de mi vida y me dejaron su huella. 

Revivo olores, voces,personajes cotidianos como el heladero con su grito  "mágico " a la hora de la siesta  : "Helaaaaaáaadopp" "Helaaaaáadopp"; ó el afilador de cuchillos, con la flautita sonando cada vez más fuerte,al ir llegando a mi cuadra....ese sonido nostalgioso y alegre...

El verdulero que venía pregonando su mercadería en su carro cargado de verduras  y era el centro de reunión de las vecinas alrededor del vendedor para entrecruzar algún chisme del barrio.

El diariero que llevaba revistas por encargo en su bici,verdaderos tesoros de la época,por lo menos para mí alma adolescente : Vosotras", "Para tí","Nocturno",etc,etc,etc...
 El colchonero que venía a domicilio con su maquina para 

cardar los colchones...y dejarlos como nuevo.

O los infaltables personajes "temidos " , ya sea por su locura, ó porque solamente su manera de vestir  lo hacían ver distinto y malo; y así,personajes como "Pan Rallado","Ricardo el loco","El hombre de la coca" y tantos otros quedarán en el imaginario de los recuerdos del barrio.
¡Cuantas cosas vienen a mi cabeza ! ¡ Cuantas alegrías  y tristezas en cada recoveco de mi cuadra, de mi Alto Alberdi !!!

La plaza Jerónimo del Barco, sus hamacas y su fuente,que en noches de verano se llenaba de vecinos que  se encontraban y disfrutaban del aire

 fresco.

Mi calle Colón, hoy llamada Avenida Colón...cuantos carnavales jugué en sus veredas con los chicos vecinos y  entre ollas y baldes nos corríamos...con el clásico baldío lleno de yuyos  cercano a mi casa,lugar prohibído para  pasar por los peligros que encerraba. 
El camión de la basura que pasaba de noche,revoleaba los tachos y se oía  como los volvían a soltar, haciendo un infierno de ruidos que espantaba a gatos y despertaba a algún transeúnte adormecido que pasaba ocasionalmente por el lugar...
Los vecinos, los amigos, las veredas dibujadas con ladrillos para jugar al tejo; saltar la soga atada al paraíso,el kiosquito de la esquina...

Mi barrio viejo… Han pasado muchos, muchos años… y yo también he cambiado. Pero vuelvo a ser niña, escapando a la siesta para ir con mis amigas a "jugar a las   muñecas”, andar en bici dando vueltas manzanas,peleando con los varones que no nos dejaban a las chicas jugar tranquilas a" las comiditas" con barro...

Recuerdos de esos tiempos de niñez, viendo a mi padre volver en su camión con una carga de carbón,luego de días que no estaba en casa.Veo a mi madre entre las rosas del jardín, renegando con las hormigas que se empeñaban en deshojarlo al pobre rosal...

Todo es parte del cimiento en que fui moldeada,con las costumbres y tradiciones familiares.

Hoy soy el producto de esa época que evoco con nostalgia y alegría y también, con alguna lágrima rondando por ahí. 

Y doy gracias a Dios por mi vida; por lo que supe disfrutar y retener, por mi infancia y juventud y así, poder entregar en estas líneas, un poquito de mis vivencias,  tan sólo como un álbum de recuerdos que al igual que viejas fotografías, reviven un pasado que está en mi presente y me proyecta al futuro.