domingo, 2 de noviembre de 2008

Ser docentes hoy en día, es una tarea árdua y más de las veces desgastante.Te exige dejar de lado muchas horas de tu vida, pese a que se crea que la tarea docente termina una vez que concluye el día en la escuela.
Ser docente es receptar las enormes necesidades que los niños traen,cada uno desde su problemática,su vida de hogar,sus carencias y sus códigos que no siempren coinciden con los del docente.
El niño hoy vive con la sensación de no tener nadie a su lado por más que visiblemente ,las personas estén .
la familia está tan ocupada y fuera de la casa, debido a las urgencias laborales que hacen que ese niño pase buena parte del dia sólito en el hogar.O en la calle.
Y en ese estar solos es cuando se pierde el sentido de los límites.No hay quién se los ofrezca...quien se los imponga.Por eso , es la lucha del maestro cuando quiere poner límites desde el aula a los niños que han perdido la noción de lo que debe ser el respeto a la figura del maestro.
Desde la casa, y muchas veces por hechos no buenos en donde han tenido protagonismo algun docente,es de donde sale esa desvalorización hacia el educador.
El niño se cría en un hogar donde se le dice que los únicos que pueden dar indicaciones son los padres y así desdibujan la autoridad en el aula.
Otra causa es la televisión y los medios de comunicación en general ,que bombardean a los niños que pasan largas horas con televisores encendidos y sin mayores que les pongan tiempo en mirar tv,con la siguiente visión de programas no aptos para ellos.Revistas, propagandas,intromision de costumbres foráneas, mas de una vez de tono agresivo,hacen que los chicos pierdan una serie de valores como lo son el respeto, la compasión ,generosidad y cortesía.
De una vez por todas, somos los mayores los que debemos volver a las viejas fórmulas con las que nos criaron nuestros padres y abuelos: límites...poner límites, establecer hasta donde es conveniente una cosa y hasta donde no;de una vez por todas, nos pongamos los pantalones de padre y contengamos con límites a nuestros hijos;aunque nos duela...no pensemos que nos van a querer menos por esto.Salgamos de la posición cómoda del "hacé lo que quieras ",para volver al "esto se hace así"...
Los niños, de alguna manera, están pidiendo a gritos, con sus manifestaciones, esta presencia de límites,que en definitiva ,es la presencia notoria de que sus padres están.

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