"...Buenos Aires. Un niño de 8 años murió desangrado tras lastimarse con un trozo de inodoro, en el baño de un colegio privado. Al parecer, el chico estaba jugando a “la búsqueda del tesoro”. Se habría trepado al inodoro, se resbaló y, al caer, habría roto parte del implemento. Así se habría efectuado un corte en el cuello que le terminó causando la muerte. ..."(Diario La Voz de interior,Córdoba 7 de nov. de 2008)..............................
quedé consternada....helada.....soy docente y no puedo dejar de pensar en este caso del niño que murió desangrado...en un baño del colegio. sabemos que los niños no suelen medir las acciones y son imprudentes por su misma edad.Para eso estamos los mayores,para evitar las consecuencias previniendoles, haciendoles desistir de tal o cual acción y cuidando...sí : CUIDANDO .Pero, lo que no me cabe en la cabeza es a quien se le pueda ocurrir hacer una busqueda del tesoro dentro de un baño, con lo peligroso que resultan los sanitarios ,y agravado por el foco infeccioso que este lugar es.
Quizás los docentes estuvieron cuidando...quizás la fatalidad pudo más que la supervisión por parte de los adultos encargados de la seguridad ,todo se resume en los quizás...y un niño muerto.!
Muchas veces escapa a nosotros las fatalidades que suelen ocurrir, pero extrememos los cuidados, los niños en su jugar infantil no miden las consecuencias de sus actos y la zona de baños es un punto álgido:
los niños les encanta jugar dentro de los baños, los utilizan para jugar a las escondidas, como lugares de reunión, para sus travesuras relacionadas con el descubrir el sexo.
Pero a lo que me quiero referir es a haber organizado una búsqueda del tesoro y dejar una pista en un baño.
Sabemos todos por propia experiencia que se busca los lugares más recónditos para que el juego resulte atrayente,se insta a explorar, buscar hasta "en cualquier rinconcito",una pista para ir avanzando.
El juego es apasionante y más para los niños que en su naturaleza son aventureros,pero reforzemos nuestras acciones adultas para que un simple juego no conlleve riesgos que luego tengamos que lamentarnos y cargar con las consecuencias de por vida.Somos las personas adultas las que debemos organizar las cosas de tal manera que no expongamos a los niños .
Midamos las acciones y las posibles consecuencias antes de dar rienda suelta a alguna actividad.
Seamos precavidos, y exactos con nuestras acciones.No sumemos más problemas a los que ya tenemos.Extrememos las precauciones y más en estos tiempos tan acelerados que vivimos.
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